“Y todo transcurrir no es más que un punto”
Roberto Juarroz
La poesía es una metafísica instantánea, se niega a preámbulos, a los principios, a los métodos y a las pruebas. Luego, tras las sonoridades huecas, produce un instante. Y para construir un instante complejo, para reunir gran número de simultaneidades, destruye el poeta la continuidad simple del tiempo encadenado.
Así, en todo poema verdadero se pueden encontrar los elementos de un tiempo detenido, de un tiempo que no sigue el compás, de un tiempo al que llamaremos “vertical” para distinguirlo de uno común que corre horizontalmente con el agua de rio y con el viento que sopla.
Es la búsqueda de ese tiempo presente donde se sustenta toda producción artística. Ese tiempo, ese pájaro que se desvanece cuando tratamos de alcanzarlo, ese presente puro, el único que la percepción humana es capaz de alcanzar: “El Instante”.
Accesible sólo para algunos, el instante escapa a la historia, sobrevuela el tiempo horizontal, desafía la circularidad mítica y encarna, tan sólo, en la poesía y en el amor. Poema y unión amorosa desafían toda concepción temporal previa, fundiendo en el ahora, el pasado, el presente y el futuro. Es el proceso creativo del “Instante Poético”.
El Instante Poético es entonces necesariamente complejo: conmueve, prueba, invita, consuela, es sorprendente y familiar. En esencia, el Instante Poético es una relación armónica de dos opuestos. Es cuando menos consciencia de una ambivalencia. Desde ese momento se encontrarán los verdaderos Instantes Poéticos de un poema en todos los puntos en el que el corazón humano puede invertir las antítesis del profundo sentir.
En la inspiración, los poetas hablan de un estanque sobre el que cae una piedra, en vertical. Ese impacto remueve la placidez de las aguas y crea círculos concéntricos.
El agua es todo lo que acumulamos en nuestra experiencia. La llegada de la piedra es una noticia emocionada que crea las condiciones para que, desde la experiencia extraigamos algo nuevo, los círculos que son poemas.
La exposición ha de verse como un todo, como una historia de cada uno de los instantes (círculos en el agua) por los que pasamos cuando nos enamoramos, y como relato que es, cuenta la emoción del propio proceso vital que es la necesidad de amar y las consecuencias que esto crea en nuestra crónica vital, ha de ser un río (un camino) que emociona. La obra y los poemas al servicio del sentimiento propio y particular de quien quiera vivir y sentir esta historia, así al lado de algunas obra aparece el poema que inspiró el trabajo, en otras es el espectador quien rememora el poema.
Arcadio Rodríguez
Exposición del artista Félix Pinedo
Inauguración 10 de febrero de 2022 a las 19:00 horas
Del 10 de febrero al 30 de marzo de 2022